FAMOSOS CELIACOS

PATRICIA CONDE, ANGY, AMAIA SALAMANCA, MARÍA VALVERDE....

Por Carla Nieto

Ya desde muy pequeña, María Valverde manifestaba con firmeza sus deseos de ser actriz y con tesón, constancia y un talento fuera de toda duda ha llegado a ser, a sus tan sólo 22 años, una de las intérpretes punteras del panorama cinematográfico español. Y con esa misma fuerza y determinación no sólo ha asumido el hecho de ser celíaca sino que incluso asegura sentirse “encantada” con esta intolerancia.

Con ella no se ha cumplido en absoluto esa especie de “leyenda” según la cual quien recibe el premio Goya en la categoría de actor o actriz revelación lo tiene difícil para marcar una continuidad a su carrera. En el caso de María Valverde, este galardón, que recogió con tan sólo 15 años por su genial interpretación en la película La flaqueza del bolchevique no sólo supuso una “revelación” (para los demás, ya que ella tenía muy claro desde muchos años antes que la interpretación era lo suyo) sino que funcionó a modo de pistoletazo de salida para una de las carreras más consolidadas del cine español, teniendo en cuenta sus apenas 22 años de edad. Madrileña del barrio de Carabanchel, esta joven de mirada misteriosa, un físico que, sencillamente, enamora a la cámara y un talento innato que la ha llevado a trabajar con los directores más relevantes, ha tocado ya todos los “palos” de la interpretación, dando vida a personajes en absoluto sencillos como la protagonista de la controvertida Melissa P o la pérfida Lucrecia Borgia, a la que consiguió imprimir un toque de ingenuidad que nos acercó a la otra cara de la noble italiana.

Además, ha tenido tiempo de subirse a los escenarios (recientemente ha terminado las representaciones de la obra de teatro Llueve en Barcelona), intervenir en tres cortometrajes y, también, apoyar iniciativas como su intervención en el libro Celíacos Famoso”, editado por LoQueNoExiste, en el que plasma su experiencia como afectada por este problema junto a otros 15 personajes famosos.

-¿Qué es lo que te ha llevado a participar en la elaboración del libro Celíacos famosos?
Me ofrecieron escribir un apartado en el mismo y no lo dudé. Soy celíaca y considero muy necesario hablar de ello para que así la gente conozca más sobre esta intolerancia, que ha estado oculta durante muchos años.

-¿A qué edad te diagnosticaron el problema?
Antes de cumplir mi primer año, cuando me introdujeron los cereales en la alimentación. Mis padres recorrieron durante varios meses todos los hospitales de la capital y todos los médicos decían lo mismo: que se trataba de una gastroenteritis. Todos los días mis padres me llevaban a urgencias hasta el día en que un médico -de una especialidad distinta a la gastroenterología, por cierto- dijo nada más verme que lo mío se debía a una intolerancia al gluten.

-¿Hasta qué punto condiciona tu día a día el hecho de ser celíaca?
Pues condiciona bastante. La sociedad poco a poco va conociendo esta intolerancia, pero todavía quedan muchísimas cosas por hacer. Se necesitan más ayudas. En mi caso, llevo bien el día a día, ya que después de 22 años controlo este problema con facilidad. Es cierto que cuando eres joven es un poco estresante el hecho de saber que tienes una intolerancia, y entender las implicaciones que ello tiene es algo complicado. En mi caso lo fue. Pero puedo decir que, ahora mismo, me encanta ser celíaca. Es más, me siento privilegiada de poder y querer cuidar mi alimentación.

-Desde tu experiencia –y, también, desde esa visión tan positiva con la que afrontas esta intolerancia-, ¿qué consejo darías a las personas a las que se les diagnostica celiaquía?
Sobre todo, que se lo tomen con calma. Hay que tener muy claro que en la actualidad decir que uno es celiaco no resulta algo tan extraño como antes. Se encuentran productos con bastante facilidad y en los restaurantes, normalmente, saben de qué se trata. Hay que fiarse lo justo a la hora de comer fuera de casa. La verdad es que con el tiempo uno mismo sabe si lo que va a comer está “permitido” o no en su dieta celiaca, pero al principio hay que asesorarse bien, y gracias a la Asociación de Celíacos y la FACE (Federación de Asociaciones de Celíacos de España) todo es mucho más fácil. Yo les diría que es muy importante no desanimarse, ya que esto es una carrera a largo plazo y, sobre todo, que se trata de su salud.

-¿Te resulta fácil seguir la dieta prescrita a los celiacos?
Sí. Lo que más me gusta de mi alimentación es que son precisamente las cosas más sanas y saludables las que mejor nos sientan a los celíacos. Puede que mucha gente a la que se le haya diagnosticado la celiaquía tenga la tentación de comer otros alimentos, pero sabiendo que eso te va a sentar mal, ese deseo se termina pronto. Por suerte, ahora disponemos de muchísimas ventajas, aunque no son todas las necesarias.

-Pese a tu juventud, muestras una seguridad en ti misma envidiable. ¿Cuál es el secreto de esta autoconfianza?
Una buena base. Tus pilares tienen que ser fuertes y, sobre todo, caerte una y otra vez y, siempre, volver a levantarte.

-¿Qué opinas del excesivo culto a la imagen que hay en la sociedad actual?, ¿os afecta excesivamente a los artistas?
Ciertamente, vivimos en una sociedad en la que el cuerpo es lo primero, por mucho que sea algo que nos cueste asumir. La imagen es la primera impresión. A mi parecer, es un tema al que hay que darle la importancia justa y necesaria. Uno tiene que sentirse bonito, y eso es lo importante. Soy partidaria de la idea de que cada uno es y actúa según como tenga amueblada su cabeza. Sin darnos cuenta, inconscientemente reflejamos la imagen de nosotros mismos que tenemos en la cabeza, y si uno es bonito por fuera, también lo es por dentro. El ser bonito tiene muchas formas y colores.

-Has hecho cine, teatro, producciones televisivas... ¿En qué momento te encuentras ahora?
Pues ahora mismo estoy descansando y absorbiendo conocimientos de vida. Tengo un proyecto de trabajo para finales de agosto, el cual, después de tres años de espera, vamos a poder rodar.

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